¿Te haces chequeos médicos periodicamente?

La inmensa mayoría de las microempresas y pymes españolas no suelen hacer revisiones periódicas de la salud de su cuenta de resultados y su balance. En realidad, no debería sorprendernos, porque tampoco nos hacemos en general revisiones periódicas de nuestro estado de salud. Eso sí, el coche lo llevamos al taller cuando nos avisa… No deja de ser curioso.

Se me ocurren varias razones por las que esto sucede:

  1. La primera es que tendemos a pensar que todo va bien mientras no nos duele. Esto aplica tanto la salud de las empresas como la salud personal. Y en ambos casos nos equivocamos. Los problemas serios se pueden detectar, se deben detectar, mucho antes de que empiecen a generar síntomas. En el caso de las empresas una leve tendencia en el incremento de los costes variables, una picos y valle en la generación de márgenes, incrementos mantenidos de costes fijos, futuras crisis de liquidez asociadas a cambios en la actividad… Son cosas que detectadas a tiempo pueden ser corregidas antes de que lleguen a convertirse en un problema serio. Cuanto antes lo detectas antes te paras a entender lo que está pasando y pones en marcha medidas correctivas. Esto es gestión.
  2. La segunda razón que se me ocurre es que, por lo menos en el caso de las empresas, muchas veces no sabemos a quién acudir para que nos haga esa revisión. La pequeña empresa no suele tener un especialista dentro que sepa interpretar las señales y tampoco las asesorías en general se dedican hacer este tipo de análisis con cierta profundidad, entre otras cosas por falta de medios. Y porque los clientes no están dispuestos a pagar por ello. La revisión del resultado que se hace en junio, antes de presentar el Impuesto de Sociedades es claramente insuficiente.
  3. La tercera razón es que le da la impresión de que muchos empresarios no se consideran como tales, el empresario en general tiene un perfil comercial o técnico, no de gestor económico, y revisar las cuentas es un ejercicio que le genera un cierto rechazo. La buena noticia es que no tienen por qué hacerlo ellos, hay especialistas que les pueden ayudar. Igual que hay médicos y mecánicos.
  4. La cuarta razón es que no lo han probado. Y no saben lo que se pierden. En cuanto se sientan con un consultor, asesor, director financiero… que le monta un sistema de información a partir de la contabilidad analítica, y le desgrana y explica el origen y destino de cada euro, dónde se gana más, donde se gana menos, donde se pierde, qué situación hay que corregir y qué herramientas tiene para hacerlo, SE LE ABRE UN MUNDO DE POSIBILIDADES. En esos casos se da un salto cualitativo en la gestión y se cambia el objetivo de vender mucho, trabajar mucho, y reducir costes sin más, por el objetivo de mejorar la rentabilidad, la eficiencia, y la gestión económica de la empresa.

Un empresario que no analiza nunca va a echar de menos el análisis. Un empresario que analiza ya nunca va a renunciar a hacerlo